¿Debemos leer Apocalipsis como una recapitulación? ¿O cronológicamente?

En el reciente libro The end of history, Robert P. Menzies cita como segundo argumento contra el dispensacionalismo el que Apocalipsis debe leerse como un traslape o recapitulación, en lugar de verse cronológicamente. Esta visión de Apocalipsis de Manzies es clásica dentro del amilenialismo.

En la entrada anterior revisamos y respondimos a la idea del autor de que el dispensacionalismo pretribulacional debe ser cuestionado porque no tiene el favor de los académicos, porque Apocalipsis es simbólico y porque la lectura literal dispensacional es anacrónica. Ahora vamos a revisar su idea de que el libro de Apocalipsis no debe leerse cronológicamente sino cíclicamente.

LAS OBJECIONES DE MENZIES

Menzies (2022) dice:

Así como la lectura literal de Apocalipsis ha perdido cada vez el favor de los académicos evangélicos, así también la noción de que Apocalipsis presenta una progresión lineal, cronológica de los eventos ha sido rechazada por una significativa mayoría de académicos contemporáneos.

Sobre la debilidad de su argumento sobre los académicos remitimos al lector a nuestra entrada anterior, pues no hay nada que agregar a lo dicho allí.

Menzies dice que las tres observaciones que han llevado a los académicos a aquella conclusión anti-dispensacional-literal-cronológica son los siguientes:

1. La secuencia de los siete sellos, las trompetas y las copas de juicio exigen verse como un traslape.
2. Otras porciones de la carta circular de Juan parecen recrear la historia de la salvación.
3. La carta de Juan está dirigida a los cristianos que vivían en la provincia romana de Asia hacia el fin del primer siglo.

Por ejemplo, Menzies al hablar de los siete sellos, trompetas y copas dice que al abrirse el sexto sello leemos que acontece un terremoto, el sol se oscurece, las estrellas caen del cielo y las montañas son removidas (Ap.6:12–17), pero justo después leemos que un ángel sale y pide “no hacer daño a la tierra, ni al mar ni a los árboles” (7:3). Menzies dice que si Apocalipsis es cronológico “esta advertencia [del ángel] llegó un poco tarde”.

Además, con la cuarta trompeta, la tercera parte de las estrellas se oscurece (Ap.8:12), ante lo cual el autor se pregunta: Si al final del capítulo anterior (6:13–14) las estrellas cayeron del cielo ¿por qué en el capítulo 8 las estrellas siguen en su lugar? Lo que en realidad está pasando es que Juan está recapitulando, yendo del principio al final, en cada sección de Apocalipsis (muchos amileniales dividen en siete el número de partes de Apocalipsis que tratan -según dicen- el mismo tema una y otra vez).

Así que Menzies sugiere que tomar Apocalipsis como un libro cronológico ya no tiene sentido para los académicos, por lo que es otra razón para dejar de exigir a los ministros de las Asambleas de Dios que crean en el dispensacionalismo premilenial.

LA RESPUESTA DE ROBERT L. THOMAS

Robert L. Thomas, uno de los mayores expertos en Apocalipsis, escribió un ensayo para el TMSJ en donde trató con agudeza este asunto (ver The structure of the Apocalypse: recapitulation or progression? TMSJ 4/1, Spring 1993, pp.45–66). Vamos a revisar su trabajo para asentar algunos principios útiles que acabarán por presentar el punto de vista cronológico, dispensacional, como el que mayor evidencia bíblica posee.

Robert L. Thomas.

LOS PUNTOS FUERTES DE LA TEORÍA DE LA RECAPITULACIÓN AMILENIAL

Uno de los modelos predominantes para leer Apocalipsis entre amilenales (como Menzies) es el denominado “Recapitulación”. ¿Cuáles son los puntos fuertes de esta teoría?

1. Esta teoría descansa en asignarle el mismo tiempo del último sello y la última trompeta a la séptima copa (el tiempo del fin). Esto se hace buscando los paralelos para concluir con una sola interpretación: el último día ha llegado.
2. La “teofanía tormenta” concurre en cada uno de los siete miembros (8:5; 11:19;16:18). Se repite que ocurren voces, truenos y tormenta, lo que apunta al clímax de la ira de Dios.
3. La cuarta trompeta (8:12) no puede ser subsecuente -dicen- al sexto sello (6:12–17), pues es imposible que se oscurezca un sol que ya de antemano ha sido ennegrecido. La única relación que pueden tener es sobre la base de una recapitulación, no de una cronología.
4. Hay una unidad tripartita entre el sexto sello, la sexta trompeta y la sexta copa que cubre el mismo terreno.

LAS DEBILIDADES DE LA TEORÍA DE LA RECAPITULACIÓN AMILENIAL

Thomas indica luego que esta teoría de la recapitulación posee las siguientes debilidades:

1. Si las tres series son independientes una de la otra como esta hipótesis indica, la unidad orgánica de toda la sección apocalíptica del libro se ve deteriorada. ¿Por qué? Ostensiblemente, la visión del rollo con siete sellos del capítulo 5 introduce el resto del Apocalipsis. Desprender las trompetas y las copas de los sellos deja los últimos dos ciclos de juicio desvinculados del trono de Dios desde donde proceden los sellos de juicio. Thomas dice: “Esta desconexión hace que el libro quede al borde del absurdo, es decir, en un estado indigno de una obra literaria” (p.50). Pero si los siete sellos consisten en trompetas y copas (como se entiende dentro de la lectura cronológica dispensacional), entonces estamos ante una “unidad literaria cohesiva”.
2. Los sietes sellos son manifestaciones de la ira de Dios contra los moradores de la tierra (Ap.3:10, cfr., 6:10;8:13;11:10). Ante esto, la teoría de la recapitulación exige que se explique el cómo es que el séptimo sello es una referencia al inicio del reposo sabático o alguna especie de suspensión en la secuencia de las revelaciones de Juan. Cualquiera de estas explicaciones se refiere a los fieles en lugar de a los moradores de la tierra. Decir que el séptimo sello se refiere tanto a una introducción a las trompetas como a la parusia no es solo débil desde el punto de vista hermenéutico sino que no especifica ningún ataque particular a los habitantes de la tierra. Thomas concluye: “Ninguna de estas propuestas explica el séptimo sello como un juicio temporal contra la humanidad rebelde” (p.50).
3. La teoría de la recapitulación carece además de una explicación apropiada de la intensificación entre los sellos y las trompetas, y de las trompetas a las copas. Thomas indica: “Por ejemplo, el cuarto sello afecta un cuarto de la población mundial y la secta trompeta afecta a un tercio (6:8;9:18). En contraste con estos castigos fraccionarios y no fraccionarios, los juicios de las copas afectan a la totalidad de la tierra y son finales en sus consecuencias (v. gr. cfr. 8:8 con 16:3). Ninguna teoría de la recapitulación explica adecuadamente esta incrementación” (p.51).

LAS FORTALEZAS DE LA TEORÍA DE LA RECAPITULACIÓN AMILENIAL NO SON SUFICIENTES

Thomas concluye esta sección diciéndonos que aún los “puntos fuertes” de la recapitulación adolecen de fortaleza suficiente:

1. La observación de que las tres series terminan del mismo modo no implica que inicien igual. Si se trata de una recapitulación, no hay consistencia en el inicio de cada ciclo a repetirse.
2. Lo mismo aplica a la “teofanía tormenta” junto con cada séptimo miembro: “El séptimo sello, la séptima trompeta y la séptima copa pueden terminar simultáneamente sin ocupar un paralelismo de los tres de forma completa”.
3. La cuarta trompeta puede seguir al sexto sello si la oscuridad de los cuerpos celestes bajo el sexto sello fue solo temporal.
4. La supuesta unidad tripartita del sexto sello, la sexta trompeta y la sexta copa descansa en la fusión de las intercalaciones que siguen a cada sexto miembro con la relevante visitación en cada caso. Estas fusiones son de dudosa validez porque el material en las intercalaciones es muy distinto de los juicios de cada sello, trompeta o copa relacionada. Thomas indica: “El anuncio del final del segundo ay en 11:14, por ejemplo, no dicta la necesidad de incluir 10:11; 11:14 bajo la sexta trompeta (9:13–21). Dicho anuncio ocurre en 11:14 para unirse con el anuncio del tercer ay y la séptima trompeta” (p.51).

CUATRO RAZONES POR LAS QUE LA LECTURA CRONOLÓGICA DE APOCALIPSIS ES LA MEJOR OPCIÓN

¿Por qué la interpretación de Apocalipsis como una progresión cronológica es la mejor opción? Cuatro razones se pueden exponer aquí, de acuerdo con Thomas:

Primero, es importante establecer la naturaleza sucesiva de la visitación de los sellos y las trompetas:

1. La secuencia cronológica provee la explicación más natural del número de visitaciones del primer al séptimo sello en cada serie.
2. La confirmación más conspicua de esto radica en las tres trompetas finales, también conocidas como los tres ayes (cf. 8:13). El texto explícitamente anuncia la finalización del primer ay cumplido antes de que empiece el segundo (cfr. 8:12) y del segundo antes de que empiece el tercero (cfr. 11:14).
3. Es obvio que la guerra bajo el segundo sello, por su misma naturaleza, deba de seguir a las condiciones pacíficas que prevalecen durante el primer sello.
4. Otro indicador de la naturaleza secuencial de las trompetas es la duración de cinco meses del impacto de la quinta trompeta: Thomas indica: “Este juicio tiene un período definitivo en el cual correr su curso, implicando que lo mismo es verdad para el resto de las series. Así que los sellos y trompetas ocurren una tras la otra en secuencia numérica y no son acumulativas, es decir, una inicia después de que la otra concluye” (p.58). Para el caso de las copas, empero, parece que sí existe “un efecto acumulativo en la miseria que ellas crean. Es así porque para el tiempo de la aflicción de la quinta copa, los moradores de la tierra aún sufren de los efectos de la primera (cfr. 16:2,10–11)”.

Segundo, la evidencia interna indica una secuencia. En Apocalipsis 7 la intercalación entre el sexto sello y el séptimo no está numerado y representa una pausa en el avance cronológico. El interludio responde inmediatamente a un mundo en pánico “¿y quién podrá sostenerse?” (6:17). Apocalipsis 7:1–8 responde: “144,000 sellados de todas las tribus de los israelitas” (7:4).

La conexión -dice Thomas- entre 7:1–8 y el sexto sello es una importante indicación de la progresión cronológica del sexto sello a las primeras dos trompetas: 4 ángeles en 7:1 detienen los cuatro vientos para que no lleguen a la tierra, el mar y los árboles. Estas son las mismas partes de la creación que fueron afectadas por la primera y segunda trompeta (8:6–9). Thomas dice:

…evidentemente la restricción de los vientos es una pintoresca y apocalíptica forma de referirse al retraso de las dos plagas que habrían de llegar pronto. La razón por la que no se mencionan los vientos una vez que la serie de trompetas inicia es la fluidez del lenguaje apocalítico que reemplaza el carácter destructivo de los cuatro vientos con las primeras dos trompetas y sus ángeles con sus sellos (pp.60–61).

Tercero, otra relación temporal radica en los factores en la intercalación de 7:1–8. Por ejemplo, el sello de los 144,000 debe preceder a la trompeta de las plagas, especialmente la quinta, pues de otro modo las plagas herirían a los fieles junto con los moradores de la tierra. La protección de Dios se puede ver en Apocalipsis 9:4 que dice: “Se les ordenó que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna planta ni ningún árbol, sino solo a las personas que no llevaran en la frente el sello de Dios”. Las langostas no alcanzan a los 144,000 según la cronología de la profecía.

Cuarto, y finalmente, una comparación del quinto sello con los días del cumplimiento de la séptima trompeta refleja del mismo modo una secuencia cronológica. Durante el quinto sello se observan las oraciones de los mártires contra los moradores de la tierra, bajo el altar de la venganza. Dios les responde que deben esperar un poco más hasta que el número de consiervos martirizados se cumpla (Ap.6:11). Cronológicamente, se debe llegar hasta el momento registrado en Apocalipsis 10:6, en el que el ángel declara: “¡El tiempo ha terminado!” ¿Qué tiempo? El tiempo que Dios les dijo a los mártires que debían esperar. Por eso el versículo 7 dice: “En los días en que hable el séptimo ángel, cuando comience a tocar su trompeta, se cumplirá el designio secreto de Dios, tal y como lo anunció a sus siervos los profetas”. Thomas indica que todo esto apunta al hecho de que “Toda la serie de trompetas es la respuesta a las oraciones por venganza de los mártires y esta serie está por acabar”. indiscutiblemente, existe una progresión cronológica entre el quinto sello y la séptima trompeta.

Thomas concluye:

Factores cronológicos principales, incluida la naturaleza secuencial de los sellos y trompetas, la prioridad del sexto sello sobre las dos primeras trompetas, la prioridad del sexto sello sobre la quinta trompeta, y la prioridad del quinto sello para la séptima trompeta, por lo tanto, tienden a reforzar el caso que favorece en Apocalipsis la progresión estructural y cronológica en lugar de la recapitulación (p.62).

Apocalipsis es un libro que no es sencillo de interpretar. Pero eso no significa que, como sugiere Menzies, el caso a favor de la recapitulación amilenial haya asestado un golpe mortal al dispensacionalismo y la lectura cronológica de la profecía. Si vamos a abandonar el dispensacionalismo, la teoría de la recapitulación no debería de ser una razón de peso de acuerdo con toda la evidencia presentada aquí.

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