¿Existió la muerte antes de la caída?
Entre algunos académicos cristianos existe la teoría de que la ciencia ha probado fehacientemente que la vida no simplemente resultó del “hágase” de Dios, sino de un proceso evolutivo que Él mismo orquestó.
Esto significa que la muerte no entró en el mundo a través de Adán, como dice Romanos 5:12. La obra de Pannenberg, Bechtel y Barr son ejemplos de cómo la lectura de Génesis 1–3 ha sufrido modificaciones entre algunos eruditos. ¿Por qué?
Como escribió Simon Turpin (2013):
No cabe duda de que el énfasis del siglo XVIII en el racionalismo, combinado con la creencia del siglo XIX de la gran edad de la tierra y la posterior aceptación de la teoría de Charles Darwin en El origen de las especies ha impactado la interpretación de Génesis 1–3 más que cualquier otra cosa*.
Es interesante que, como explica Turpin, la idea de que la muerte no entró a través del pecado de Adán no es nueva, sino que se puede hallar en el siglo IV cuando Pelagio afirmó que Adán no tuvo que ver con la corrupción de la naturaleza: Adán simplemente murió porque era mortal. Para el 418 AD., el Concilio de Cártago condenó las enseñanzas de Pelagio.
La vida y la muerte en las Escrituras
En Génesis 2:7 se lee que Dios “sopló el aliento de vida” en el ser humano. Vida, חַיִּים (chay.yim), es un término que se usa para hablar tanto de hombres como de animales. No se usa para las plantas porque la muerte de las plantas acontece en un sentido distinto al que sufren los animales y las personas. La muerte, por su parte, es en general para el Antiguo Testamento la cesación permanente del aliento de vida (Job 34:14–15;Sal.104:29;146:4), mientras que en el Nuevo Testamento la muerte se entiende tanto de forma física como espiritual (θάνατος, νεκρός).
El vínculo entre la tierra vieja y la teoría de la muerte antes de la caída de Adán
Algunos han llegado a la conclusión de que la muerte empezó antes de la caída de Adán basados en la denominada geología uniformitaria que dice que la tierra es muy vieja; descansa en parte sobre la evidencia del registro fósil. En otras palabras, estos pensadores intentan compaginar lo que dicen estas teorías científicas con lo que dice la Biblia, convencidos de que la explicación que les dan sobre el origen es un hecho probado.
Sin embargo, si el mundo fue creado en seis días literales de 24 horas es muy difícil sostener que hubo muerte antes de Adán. Hay que creer que la tierra tiene millones de años para que aquella teoría sea compatible con la Escritura y se acepte que los seis días de la creación no son literales, sino en realidad un período enorme de millones de años lleno de muerte, mutaciones, enfermedades, sufrimiento y derramamiento de sangre.
Jesús leía literalmente la Escritura
¿Cómo interpretó Jesús la creación? Dice la Escritura:
Jesús les respondió: «¿No han leído que Aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y dijo: “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”? Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe» (Mt.19:4–6).
Jesús no sugirió que la Escritura significaba algo distinto a su sentido normal, pleno y literal. Dios creó al hombre y a la mujer. No hay en sus palabras seña alguna de alegorización o mitologización. Empero, los críticos dicen que Dios no nos dejó los versículos “para explicarnos los complejos procesos de la creación”, y que es en nuestra era el momento en que esta revelación está terminando de explicarse gracias a los científicos evolucionistas.
Compárese la lectura literal de Jesús con las siguientes porciones de la Biblia: Mateo 24:37–38; Marcos 10:6; Lucas 11:49–51; 17:26–34; Juan 8:44; Hechos 17:26; Romanos 5:12–21; 1 Corintios 15:22, 45; 1 Timoteo 2:13–14; 2 Corintios 11:3; Hebreos 11:7; 1 Pedro 3:20; 2 Pedro 3:5–6 y Judas 14.
La dieta original era vegetariana
Otro hecho importante a considerar para cuestionar la teoría de que hubo muerte antes de la caída de Adán es que la dieta de los seres humanos al principio, antes de la caída, era vegetariana.
De acuerdo con Génesis 1:29–30 la comida consistía en plantas y frutos de los árboles. John Lennox ha dicho que esto demuestra que había muerte antes de la caída, pues al ser comidas las plantas “dejaban de vivir”. Turpin responde a esta objeción indicando -en cita a Kennard- que Lennox no atiende el hecho de que para el hebreo bíblico o para el judaísmo del segundo templo las plantas no se consideraban “vivas”. Las plantas no eran vistas como seres vivos en el sentido en que lo eran las personas y los animales. En general, se hablaba de los procesos en las plantas como que se “secaban” (v. gr. Sal. 37:2 y 102:11).
Lennox también objeta el que no hubiera muerte antes de la caída de Adán preguntándose qué comían los animales depredadores. Turpin responde que Dios pudo haber programado a estas criaturas para poder defenderse en un mundo que después de la caída se volvió hostil, un mecanismo que se activó más tarde. Por otro lado, la Biblia no refiere a los invertebrados como criaturas vivientes, como sí hace con los peces y los seres humanos. La sangre de los mosquitos y de los seres vertebrados no es la misma, y Levítico 17:11 dice que “la vida de la carne está en la sangre”, por lo que puede decirse que los animales antes de la caída pudieron haber tenido una dieta de invertebrados (Sarfati).
En suma, Job 38–41 indica, por ejemplo, que en el mundo había guerra y muerte, así como comercio, pesca, bronce, flechas y aceite, entre otras cosas, pero Génesis 1 no dice que hubiese nada de lo anterior. Un contraste que no hay que pasar por alto.
Todo fue creado muy bueno
Una tercera y última razón que se puede citar para cuestionar las teorías de la muerte antes de la caída de Adán es que la creación fue hecha “muy buena” (Gn.1:31).
La organización BioLogos que tiene como misión el demostrar que la Biblia no es incompatible con la ciencia, indica que Dios lo hizo todo bueno “pero no perfecto”. Turpin destaca y cita lo siguiente acerca de la elaboración de esta idea:
Algunos versículos en Génesis 1–2 sugieren que la creación de Dios no fue segura ni libre de dolor… Dios ordenó a la humanidad que “sojuzgara” (Génesis 1:28), una palabra que implica peligro. Además, Génesis 2 coloca a Adán y Eva en un jardín; en el antiguo Cercano Oriente, este era un recinto amurallado que protegía a los habitantes de la naturaleza y de los animales peligrosos que se encontraban más allá (BioLogos 2012).
Se puede observar de inmediato que se trata de especulación, y no de “un hecho científico probado”. Este es uno de los detalles más importantes en la discusión. Porque una cosa es decir que algo es un hecho científico y otra decir que pudiera haber pasado de una u otra forma. La honestidad intelectual es crucial para evitar las falacias de una autoridad supuestamente científica.
Cuando la Biblia dice que todo era bueno en seis ocasiones -dice Turpin- se está refiriendo a toda la creación y no solo al jardín del Edén. Génesis 2, por otro lado, no dice que el Jardín fuera un recinto amurallado al margen de un exterior amenazador. Dios habló y el orden apareció no solo en una parte del planeta sino en toda la tierra. Génesis 1:29 al 30 indica que ni entre los mismos animales había peligro alguno que superar pues todos comían plantas verdes. El texto en Génesis 1 parece indicar con gran fuerza que no había absolutamente ninguna dificultad que enfrentar sobre la tierra antes de la caída.
No es simplemente cuestión de pura erudición
Ciertamente yo y muchos cristianos creacionistas no somos científicos. También es verdad que hay muchos que sí lo son. Pero independientemente de esto, tenemos que recordar que lo que guía a toda verdad no es la ciencia sino el Espíritu de Dios (Jn.16:13). La ciencia es buena y útil. La ciencia no en sí misma enemiga de la fe. Pero la ciencia, o lo que se entiende por ella, no siempre ha sido consistente ni objetiva como se cree en algunos círculos. A veces ha estado al servicio de ideologías (como la de género, hoy en boga), de movimientos políticos totalitarios (como entre los ingenieros y médicos de la Alemania Nazi) o de agendas de poder. Ahora mismo lo podemos ver con claridad en medio de la pandemia en donde la ciencia (o lo que se considera tal), en medio de un mundo cimbrado por la enfermedad, no ha logrado asegurar la salud a nadie y ha sido instrumento de enormes empresas lucrativas.
Tenemos que recordar que lo que guía a toda verdad no es la ciencia sino el Espíritu de Dios (Jn.16:13). La ciencia es buena y útil. La ciencia no en sí misma enemiga de la fe. Pero la ciencia, o lo que se entiende por ella, no siempre ha sido consistente ni objetiva como se cree en algunos círculos.
La ciencia es conocimiento en proceso, un proceso que no ha sido diseñado para responder certeramente a la pregunta acerca de los orígenes del universo. Por eso Ken Ham en tratándose de este tema del inicio de todas las cosas ha referido la tensión entre la ciencia y la religión como en realidad “religión contra religión”.
Los cristianos, hasta la fecha, no tenemos ninguna razón poderosa para negar que Dios creó todo bueno, libre de sufrimiento, dolor y muerte, hasta que el pecado entró en el mundo por medio de Adán, como dice la Escritura.
Turpin, S. (2013) Did death of any kind exist before de fall? What the Bible says about the origins of death and suffering. Answers Research Journal. https://answersresearchjournal.org/did-death-exist-before-the-fall/
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